Valoración de ‘El Ilusionista'
Muy Buena
Lo mejor de ‘El Ilusionista’
La caracterización de los personajes.
Lo peor de ‘El Ilusionista’
Una resolución un tanto precipitada.
Neil Burger quien realizó su debut como director con ‘Entrevista con el asesino’ (2002), ha sabido jugar sus cartas para llevar a la pantalla una correcta adaptación de la novela homónima de Steven Millhauser. Empezando por una estética que recrea el sentimiento de la historia y la nostalgia de la época, en su narración combina de forma oportuna y sustancial los elementos para crear una película cuanto menos entretenida.
El metraje cuenta con un reparto bastante sólido, encabezado por un impecable Edward Norton, quien en mi opinión es uno de los actores jóvenes americanos con más talento que ha surgido en los últimos años. Norton aporta serenidad, estilo, carisma, distinción y sutileza a un personaje que mira a su mundo interior constantemente para transmitir la fuerza y notoriedad que su comportamiento ante la cámara evoca. Eisenheim, el personaje en sí y sus destrezas con la mágia sirven como aliciente en esta atractiva producción. Pero Norton no está sólo en la labor. Tambien es de destacar a Paul Giamatti en su papel de Inspector Uhl, quien borda su posición entre la inocencia y la complicidad y Jessica Biel interpretando a Sophie con esa mezcla de brillantez e ingenuidad.
Para hacer que todos los elementos se mezclen, Burger tira de ingenio siendo la espectacularidad de los trucos de magia uno de los motores de la historia, sin embargo; el gran truco, el más esperado de todos se ve ensombrecido debido a una rápida resolución a través de flashbacks que deja lagunas sin resolver a la par que crea confusión. Un recurso usado hasta la saciedad que en esta ocasión crea la sensación de querer resolver la historia precipitadamente.
La recreación de la Austria de los años 60, es una de las bazas más fuertes, junto los ya citados juegos de magia, para embriagar la atención del espectador. Los flamantes vestidos y trajes de época junto con los vistosos escenarios: ya sea un caserío, un teatro o la mismísima mansión del rey, sirven de reclamo visual para solazar ese ambiente nostálgico y romántico del que la cultura, y sin duda el cine germano, es impulsor trasmitiendo la sensación mágica casi onírica que la trama reclama.
‘El Ilusionista’ cuenta además, con algunos de los principales ingredientes para narrar de manera eficaz una historia de amor: un rey villano, una bella doncella que espera ser rescatada, un inspector que se mueve entre la objetividad y la lealtad y un apuesto y talentoso joven que busca recuperar el amor que injustamente le fue arrebatado en su infancia.
Se trata de una película correcta y atractiva. Bien hecha en cuanto a su forma y fondo en el que cada escena nos lleva de viaje a un cuento de hadas en el que la fantasía tiene su manera de volverse realidad y donde los buenos propósitos prevalecen. En definitiva, una película para el disfrute de toda la familia que cumple con creces su misión de entretener.
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