miércoles, 6 de agosto de 2008

Citas. El guión y la importancia del guionista.



Lo más importante es tener un buen guión. Los cineastas no son alquimistas. No pueden convertir excrementos de gallina en chocolate.

BILLY WILDER (director y guionista austriaco)


Un buen guión de cine puede dar una buena película, una película mediana o una mala película; un mal guión, por el contrario, sólo puede dar una mala película.

IRVING THALBERG (productor estadounidense)

Hacer una película es historia, historia, guión, guión, guión. Lo demás, lo que sigue... es sólo rock and roll.

RIDLEY SCOTT (director británico)

Los productores siempre dicen que el guión es muy importante, pero cuando se les pregunta por qué no lo pagan mejor, se ríen.

RAFAEL AZCONA (guionista español)

sábado, 2 de agosto de 2008

Biografías. Orson Welles.


Orson Welles (1915, Wisconsin; 1985, Hollywood, Estados Unidos)


Hijo de un ingeniero, inventor y hombre de negocios, y una pianista, estudia en un colegio privado donde dirige y protagoniza treinta obras de teatro. A los 16 años es contratado como actor por el Gate Theater de Dublin y dos años después debuta como actor y director en nueva York, donde poco más tarde tiene gran éxito con sus montajes de Mabeth (1936), de William Shakespeare, con actores negros, y Fausto (1937), de Christopher Marlowe.


En 1937 funda la compañia Mercury Theatre con la que obtiene grandes triunfos en el teatro y la radio. El escandalo creado por su adaptación radiofónica de La guerra de los mundos, de H. G. Weels, el 30 de noviembre de 1938, le vale un contrato de R. K. O. para hacer en completa libertad Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1941). En gran parte debido a los ataques de la prensa de William Randloph Hearst, que se ve caricaturizado en el personaje, en Estado Unidos tiene menos éxito del previsto y en Europa sólo comienza su gran adoración crítica cuando se estrena después de la 2ª Guerra Mundial. esto hace que termine su libertad, le alteren el montaje y le añadan un final feliz a El cuarto mandamiento (The Magnificient Ambersosns, 1942), su obra maestra en cuanto une cierto inusual romanticismo a la originalidad de las demás en una brillante adaptación de una novela de Booth Tarkington; y que tanto Estambul (Journey Into Fear, 1942) que termina Norman Foster, como El extranejero (The Strange, 1946), tengan menos interés del que hubiesen alcanzado en otras circunstancias. Tras hacer para Columbia el apreciable policiaco La dama de Shangai (The Lady from Shangahi, 1948), sobre una novelita de Sherwood King, rueda en pocos días y con bajo presupuesto una versión de Macbeth (1945), de William Shakespeare, para Repulbic, para tratar de borrar su fama de lento y despilfarrador. Cansado de Hollywood y temeroso del Comité de Actividades Antinorteamericanas, llega a Europa y rueda las irregulares Otelo (Othello, 1952), de nuevo sobre su querido Shakespeare, en Marruecos, y Mr Arkadin (1955), especie de caricatura de Ciudadano Kane, basada en una novela propia, en España.


De vuelta a Estados Unidos hace para Universal Sed de mal (Touth of Evil, 1958), un policíaco sobre una novelita de Whit Masterson, una de sus más barrocas y brillantes obras, gracias a la ayuda del actor Charlton Heston, pero es un nuevo fracaso comercial. Una vez más en Europa rueda El proceso (The Trial, 1962), una adaptación de la obra de Frank Kafka que poco tiene que ver con él y con su autor; y Campanas a medianoche (Chimes of Midnight, (1965), el mejor de sus trabajos shakesperianos. El resto de su obra está integrada por ambiciosos proyectos inacabados , desde Don Quichote hasta The Other Side of the Wind, y producciones de demasiado bajo presupuesto, como Una historia inmoratal (Une historie inmmortelle, 1968), Fraude (F For Fake, 1973) o Filming Othello (1978), que en gran parte financia personalmente con el dinero que gana en una larga e irregular carrera paralela como actor.

(Fuente de información: Diccionario de directores de cine. Augusto M. Torres. Ediciones del Prado, Madrid, 1992).